Year 202X: We are already in the future

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2022-05-26

Reedición especialmente oportunista: Tiroteo en Texas, el revólver de Chéjov y la segunda enmienda

 

Chéjov, el dramaturgo, decía que si se muestra un arma de fuego en el primer acto de la obra, algún personaje tendrá que usarla antes del final.
El arma de Chéjov es un principio dramático que postula que cada elemento en la narración debe ser necesario e irremplazable, o de lo contrario debe ser eliminado.
 
 
Comprar legalmente un arma en cualquier país del mundo razonablemete civilizado es un proceso que implica una burocracia de control complicada. En Japón por ejemplo, hay que pasar tantos trámites y tests psicofísicos que la mayoría desiste antes de conseguir un permiso. 
 

En USA es diferente

Milicias de Michigan, uno de los territorios en los que ha crecido la venta de armas hasta un 198%

Seth Herald / Reuters
 
 
 
 
 La famosa segunda enmienda 
Citando un extracto de la Wikipedia, versión en español (que puede y suele diferir en contenido y tendencia de las versiones en otros idiomas):
"Tal como fue aprobado por el Congreso:
 
Siendo necesaria una Milicia bien organizada para la seguridad de un Estado libre, el derecho del pueblo a poseer y portar Armas, no será infringido.


Interpretación super creativa de la 2ª enmienda
 Tal como fue ratificado por los Estados:
Siendo necesaria una milicia bien organizada para la seguridad de un Estado libre, el derecho del Pueblo a poseer y portar armas no será infringido.


Los primeros colonos estadounidenses veían el derecho de poseer armas y/o el derecho de portar armas y/o milicias estatales como importantes para uno o más de estos propósitos, sin ningún orden particular:


disuadir un gobierno no constitucional;
repeler invasiones;
suprimir insurrecciones;
facilitar un derecho natural de defensa propia
participar en la aplicación de la ley;
permitir a la gente organizar sistemas de milicia.
 
 El 28 de junio de 2010 la Corte Suprema de EEUU sentenció que ninguna ley estatal o local puede restringir el derecho a poseer o portar armas que reconoce la Segunda Enmienda" 

 (fin de la cita, Rajoy dixit)

En la práctica, gracias a una interpretación muy creativa de la segunda enmienda de la constitución, casi cualquiera puede comprar prácticamente sin trabas (dependiendo de las normas de cada estado) armas de fuego, de guerra inclusive, con las consecuencias tristemente conocidas.

Pero ¿qué necesidad había?

Las guerras civiles y de independencia, los pueblos sin ley como el Salvaje Oeste de los pioneros y protegerse de los feroces ataques de y/o masacrar a los feroces aborígenes de las aguerridas tribus originales etc, son situaciones bastante comunes al pasado reciente de muchos países y no singularidades estadounidenses como pretenden hacernos creer. 

Profecía autocumplida
 
Aplicación práctica del precepto de Chéjov




 El cine y las series norteamericanas parecen ilustrar, como una profecía autocumplida, tanto el consejo de Chéjov como la esotérica segunda enmienda de su Constitución, ya que da la impresión de que no hay película (o serie) donde no aparezcan armas en el primer acto para desencadenar una mortífera lluvia de balas antes del final, y a menudo durante todos los actos. 
Por supuesto existe otro tipo de pelis y series yankis, comedias y dramas interesantes, donde no hay armas ni violencia física, pero si vemos la proporción en cine, en Netflix y otras plataformas, las balas diluvian en la mayoría. Como la producción es muy numerosa hay muchas pelis sin violencia también. Un porcentaje pequeño de una cantidad muy grande es un número grande también, así como el pequeño porcentaje de multimillonarios chinos también resulta ser mucha gente (deben ser millones, porque, por poner un ejemplo el 1% de 1300 millones de chinos son 13 millones de chinos). 

 
En las pantallas, la sangre salpica por doquier.
 
Los intocables
Aunque usted no lo crea, antes de que Kevin Kostner saliera del parvulario (jardín de infantes), Los Intocables (The Untouchables) era una violentísima serie de TV de los 60, donde Elliot Ness, (interpretado por el recio Robert Stack) y sus muchachos combatían a balazo limpio a los gangsters que violaban la Ley Seca, que como su  nombre lo indica,  prohibía el comercio de bebidas alcohólicas en USA en los años 30. Pensándolo a la distancia, quizás no fuera una mala idea, pero eso ya es otra historia.
 

De pequeño, mi madre me prohibía ver Los intocables por TV ya que el grado de violencia le parecía excesivo para un pibe (chaval) de escuela primaria. Sin embargo, como mis compañeritos de escuela lo veían, debo confesar que yo también, a escondidas y amparado en la complicidad de mi padre, con quien esquivábamos las balas escudándonos detrás de la mesa del comedor, aturdidos por el tableteo de las ametralladoras Thompson.
 

Cientos de series y películas del oeste (Bonanza, Maverick, El hombre del rifle, Laramie, La ley del revólver, Bat Masterson, etc, etc, etc), policiales (Ballinger de Chicago, Dragnet, Patrulla de caminos, etc, etc) y de guerra (Combate, Ataque, etc) cumplían afanosamente ambos preceptos, el de Chéjov (quien jamás pudo haberse imaginado una aplicación tan estrafalaria) y el de la segunda enmienda, que con total seguridad ha sido siempre tendenciosamente malinterpretada.
 


El cine italiano rápidamente copió la fórmula del éxito con los western
Un dólar marcado. ¿En chino?

spaghetti, exagerados hasta lo ridículo y divertidísimos, algunos filmados en el desierto de Almería, España, aprovechando la similitud paisajística con el salvaje oeste y la relativa economía  de exteriores. 
 
Clint Eastwood en fase spaguetti

 
 
 
 
 
 
El cine de Hollywood ha influenciado al cine mundial, que ha imitado la fórmula exitosa, y la sangre  salpica también en el thriller francés, escandinavo, italiano o ruso.
Y esta violencia visual, eufemísticamente llamada acción, está hoy tan normalizada que ya no nos sorprende, y hasta la echamos en falta cuando (raramente) falta.
 
 
Niños del mundo
 Gran parte de la humanidad ha pasado la infancia jugando con armas de juguete que nos fabricábamos con maderas, ramas o con rifles y pistolas de plástico producidos industrialmente, que imitaban muy bien a las que veíamos en la pantalla y que nos regalaban amorosamente nuestros padres o bien nos traía Papá Noel. 
 
 
 
 Otra gente, o la misma unos años después, se aficionó a violentísimos videojuegos online.


 
 
 
La pregunta existencial:

Imaginemos por un momento cómo habría sido el maravilloso mundo del cine si nunca hubiera existido la peculiar Segunda Enmienda de la constitución de EEUU y las armas no se vendieran allí como golosinas en un kiosko, sino tras una larga serie de lentos y complicados trámites, como en cualquier país normal.
 
Kill Bill. Uma Thurman salpicando
¿Tarantino se hubiera distinguido como realizador de dramas familiares y comedias juveniles?
 
¿Cómo habría sido, por ejemplo, Kill Bill, aquella sangrienta y maravillosa locura del talentosísimo Tarantino, que  homenajeaba, entre muchas otras cosas, a los films chinos de Hong Kong que a su vez parafraseaban a Kung Fu (el "pequeño saltamonte"), la serie norteamericana que alguna vez marcó con su impronta Sam Peckinpah, el lírico cineasta iniciador de una estética de la violencia que marcó una época con Grupo salvaje - La pandilla salvaje
Perros de paja de Sam Peckimpah.1971
(1969) o Perros de paja (1971)? 
¿La historia de un amor traicionado por un señor más unido a sus amigos del trabajo que a su nueva esposa?

 ¿La magistralmente tremebunda Breaking Bad hubiera sido un drama tragicómico sobre un ex profesor enfermo terminal, con serios problemas de relación con la familia y preocupado por las adicciones de un ex alumno?
 

Quizás Terminator sería una pacífica saga sobre una inteligencia artificial muy neurótica y Arnold Schwarzenegger habría hecho carrera actuando sólo de maestro de escuela, hombre embarazado o gemelo de Danny De Vito.
 
Schwarzy embarazado


Gemelos

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 Hipótesis: Sin segunda enmienda el cine de Hollywood no hubiera sido el más difundido e influyente mundialmente


El cine artístico francés o el italiano sin olor a pólvora habrían sido más difundidos y comercializados que el norteamericano y habrían influenciado al de la India, Japón, China, y América latina. O viceversa
 
La nouvelle vague quizás sería tendencia permanente en Occidente, Oriente, Sur y Norte.
 
O tal vez la fórmula del éxito mundial fuera la pornografía apta para todo público y las películas de contenido violento estarían calificadas "para adultos".

Posible corolario especial: Los videojuegos ultraviolentos no existirían.

 O quizás el cine y las series sin violencia no despertaran mucho interés en ningún lado, porque sin tiros no hay diversión.  

¿Y el mundo real? ¿habría sido mejor, peor, menos o más violento, o igual?
 
Quién sabe...











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