Year 202X: We are already in the future

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Importante: Se agradecen los comentarios, correcciones y críticas de los lectores/Readers´comments, corrections and criticisms are appreciated.

2022-11-08

El idiota, la economía, el rock progresivo y el túnel del tiempo: casi 10 años después de los 17 años después nada ha cambiado, aparte de la irrupción (abominable) del reguetón

Casi 10 años más han pasado. Noviembre de 2022. Reedición no actualizada (porque no hace falta, lamentablemente)

Año 2013:
Abriendo las cajas con libros de la última mudanza, entre las novelas de Phil K. Dick, los cuentos de  Borges, un antiguo "Las 1000 y una noches" que fue de mis viejos y otros brolis que me acompañan a todas partes donde me radiqué (es un decir), redescubrí, por  ahí, medio enterrado, un librito que había leído allá por  1997-98,  en Mar del Plata: "El manual del perfecto idiota latinoamericano", de Plinio Apuleyo Mendoza, Carlos Alberto Montaner y Álvaro Vargas Llosa.

En aquel momento no pude evitar sentirme bastante identificado con el "idiota", al igual que los autores, bastante autocríticos los muchachos. El libro me sorprendió y, aunque no me seducía tanta onda privatizadora (ni ahora tampoco), me  resultó muy interesante para abrir la mente a ideas antes impensables o inaceptables.

Lo empecé a releer con curiosidad por saber si todavía hoy, 17 años (nota: hoy son 27)  después de su publicación, sigue teniendo alguna validez.
Se publicó en épocas de Carlitos M, aquel a quien no se debe nombrar (como en los cuentos de horror cósmico de  Lovecraft). Claro: Eso de las privatizaciones en detrimento de lo estatal convivía mejor con el espíritu de aquel entonces.

Gran sorpresa: Hasta donde llegué a releer hoy, la introducción de Vargas Llosa (padre) y los primeros capítulos dedicados a desmitificar con cierta ironía las explicaciones vampíricas de Galeano en "Las venas abiertas de America Latina" de la pobreza latinoamericana,  resultan  tan actuales como las tiras de Mafalda.
Hasta parece estar describiendo con crudeza y  humor la retórica actual de la izquierda (?), anclada en espejismos y malentendidos de los 70.
Lo que me lleva a escribir esto, con el permanente riesgo de perder amigos, es una rara sensación de deja vu, ¿vio?
Últimamente, y no sólo en Latinoamérica, en la Argentina K o CFK, inclusive los europeos  barridos por la crisis o los nuevos progres que despertaron con el ruido de los respetabilísimos y  justificadísimos movimientos internacionales de Indignados, me da la impresión de que... ejem, digo yo, este quee,...mmmm,... bueno, ahí va, one, dos, tresss:
Tras la crisis financiera mundial, la idea setentista (subversiva en Latinoámerica de aquella época) de que USA, las multinacionales, el FMI, el Banco Mundial, el banco Europeo, los ricos (gente y países), etc. eran los culpables de las penurias económicas de los pobres (también gente y países) y la idea de suma cero de la economía, es decir que lo que unos tienen se lo sacaron a otros, han pasado a formar parte del mainstream o corriente dominante actual. Una moda que llegó para quedarse.

Así como el rock  progresivo, underground y revoltoso, de nuestra tierna juventud se ha popularizado y los jóvenes musicales de ahora adoran los "clásicos"  de los 70, de Led Zeppelin, ELP, Jethro Tull, Pink Floyd,  Spinetta y Sui Generis, entre otros,  paralelamente el ciudadano común global ha incorporado a su discurso cotidiano una especie de vieja cinta de cassette que repite, chirriante en distintos idiomas, lo mismo que el "idiota" del libro, como los intelecto- izquierdosos en los 70. 
 Lo contrario sería subversivo en estos tiempos actuales, en que tanta gente bien pensante parece haber descubierto a los culpables de los males del presente y las atrocidades del pasado.

Cuarenta años después, año décimo tercero del siglo veintiuno. El túnel del tiempo.

Sería divertido saber qué pensarían por allá ahora de este librito. (Ah, me acabo de enterar de que hubo una continuación: "El regreso del idiota", en 2007, dedicado en gran parte a Hugo Chavez.)

Supongo que El Idiota volaría por la ventana, literalmente defenestrado.

En fin.


Que todo sea para bien.


El perfecto idiota en acción. Ahora en Brasil. 

2022-05-26

Reedición especialmente oportunista: Tiroteo en Texas, el revólver de Chéjov y la segunda enmienda

 

Chéjov, el dramaturgo, decía que si se muestra un arma de fuego en el primer acto de la obra, algún personaje tendrá que usarla antes del final.
El arma de Chéjov es un principio dramático que postula que cada elemento en la narración debe ser necesario e irremplazable, o de lo contrario debe ser eliminado.
 
 
Comprar legalmente un arma en cualquier país del mundo razonablemete civilizado es un proceso que implica una burocracia de control complicada. En Japón por ejemplo, hay que pasar tantos trámites y tests psicofísicos que la mayoría desiste antes de conseguir un permiso. 
 

En USA es diferente

Milicias de Michigan, uno de los territorios en los que ha crecido la venta de armas hasta un 198%

Seth Herald / Reuters
 
 
 
 
 La famosa segunda enmienda 
Citando un extracto de la Wikipedia, versión en español (que puede y suele diferir en contenido y tendencia de las versiones en otros idiomas):
"Tal como fue aprobado por el Congreso:
 
Siendo necesaria una Milicia bien organizada para la seguridad de un Estado libre, el derecho del pueblo a poseer y portar Armas, no será infringido.


Interpretación super creativa de la 2ª enmienda
 Tal como fue ratificado por los Estados:
Siendo necesaria una milicia bien organizada para la seguridad de un Estado libre, el derecho del Pueblo a poseer y portar armas no será infringido.


Los primeros colonos estadounidenses veían el derecho de poseer armas y/o el derecho de portar armas y/o milicias estatales como importantes para uno o más de estos propósitos, sin ningún orden particular:


disuadir un gobierno no constitucional;
repeler invasiones;
suprimir insurrecciones;
facilitar un derecho natural de defensa propia
participar en la aplicación de la ley;
permitir a la gente organizar sistemas de milicia.
 
 El 28 de junio de 2010 la Corte Suprema de EEUU sentenció que ninguna ley estatal o local puede restringir el derecho a poseer o portar armas que reconoce la Segunda Enmienda" 

 (fin de la cita, Rajoy dixit)

En la práctica, gracias a una interpretación muy creativa de la segunda enmienda de la constitución, casi cualquiera puede comprar prácticamente sin trabas (dependiendo de las normas de cada estado) armas de fuego, de guerra inclusive, con las consecuencias tristemente conocidas.

Pero ¿qué necesidad había?

Las guerras civiles y de independencia, los pueblos sin ley como el Salvaje Oeste de los pioneros y protegerse de los feroces ataques de y/o masacrar a los feroces aborígenes de las aguerridas tribus originales etc, son situaciones bastante comunes al pasado reciente de muchos países y no singularidades estadounidenses como pretenden hacernos creer. 

Profecía autocumplida
 
Aplicación práctica del precepto de Chéjov




 El cine y las series norteamericanas parecen ilustrar, como una profecía autocumplida, tanto el consejo de Chéjov como la esotérica segunda enmienda de su Constitución, ya que da la impresión de que no hay película (o serie) donde no aparezcan armas en el primer acto para desencadenar una mortífera lluvia de balas antes del final, y a menudo durante todos los actos. 
Por supuesto existe otro tipo de pelis y series yankis, comedias y dramas interesantes, donde no hay armas ni violencia física, pero si vemos la proporción en cine, en Netflix y otras plataformas, las balas diluvian en la mayoría. Como la producción es muy numerosa hay muchas pelis sin violencia también. Un porcentaje pequeño de una cantidad muy grande es un número grande también, así como el pequeño porcentaje de multimillonarios chinos también resulta ser mucha gente (deben ser millones, porque, por poner un ejemplo el 1% de 1300 millones de chinos son 13 millones de chinos). 

 
En las pantallas, la sangre salpica por doquier.
 
Los intocables
Aunque usted no lo crea, antes de que Kevin Kostner saliera del parvulario (jardín de infantes), Los Intocables (The Untouchables) era una violentísima serie de TV de los 60, donde Elliot Ness, (interpretado por el recio Robert Stack) y sus muchachos combatían a balazo limpio a los gangsters que violaban la Ley Seca, que como su  nombre lo indica,  prohibía el comercio de bebidas alcohólicas en USA en los años 30. Pensándolo a la distancia, quizás no fuera una mala idea, pero eso ya es otra historia.
 

De pequeño, mi madre me prohibía ver Los intocables por TV ya que el grado de violencia le parecía excesivo para un pibe (chaval) de escuela primaria. Sin embargo, como mis compañeritos de escuela lo veían, debo confesar que yo también, a escondidas y amparado en la complicidad de mi padre, con quien esquivábamos las balas escudándonos detrás de la mesa del comedor, aturdidos por el tableteo de las ametralladoras Thompson.
 

Cientos de series y películas del oeste (Bonanza, Maverick, El hombre del rifle, Laramie, La ley del revólver, Bat Masterson, etc, etc, etc), policiales (Ballinger de Chicago, Dragnet, Patrulla de caminos, etc, etc) y de guerra (Combate, Ataque, etc) cumplían afanosamente ambos preceptos, el de Chéjov (quien jamás pudo haberse imaginado una aplicación tan estrafalaria) y el de la segunda enmienda, que con total seguridad ha sido siempre tendenciosamente malinterpretada.
 


El cine italiano rápidamente copió la fórmula del éxito con los western
Un dólar marcado. ¿En chino?

spaghetti, exagerados hasta lo ridículo y divertidísimos, algunos filmados en el desierto de Almería, España, aprovechando la similitud paisajística con el salvaje oeste y la relativa economía  de exteriores. 
 
Clint Eastwood en fase spaguetti

 
 
 
 
 
 
El cine de Hollywood ha influenciado al cine mundial, que ha imitado la fórmula exitosa, y la sangre  salpica también en el thriller francés, escandinavo, italiano o ruso.
Y esta violencia visual, eufemísticamente llamada acción, está hoy tan normalizada que ya no nos sorprende, y hasta la echamos en falta cuando (raramente) falta.
 
 
Niños del mundo
 Gran parte de la humanidad ha pasado la infancia jugando con armas de juguete que nos fabricábamos con maderas, ramas o con rifles y pistolas de plástico producidos industrialmente, que imitaban muy bien a las que veíamos en la pantalla y que nos regalaban amorosamente nuestros padres o bien nos traía Papá Noel. 
 
 
 
 Otra gente, o la misma unos años después, se aficionó a violentísimos videojuegos online.


 
 
 
La pregunta existencial:

Imaginemos por un momento cómo habría sido el maravilloso mundo del cine si nunca hubiera existido la peculiar Segunda Enmienda de la constitución de EEUU y las armas no se vendieran allí como golosinas en un kiosko, sino tras una larga serie de lentos y complicados trámites, como en cualquier país normal.
 
Kill Bill. Uma Thurman salpicando
¿Tarantino se hubiera distinguido como realizador de dramas familiares y comedias juveniles?
 
¿Cómo habría sido, por ejemplo, Kill Bill, aquella sangrienta y maravillosa locura del talentosísimo Tarantino, que  homenajeaba, entre muchas otras cosas, a los films chinos de Hong Kong que a su vez parafraseaban a Kung Fu (el "pequeño saltamonte"), la serie norteamericana que alguna vez marcó con su impronta Sam Peckinpah, el lírico cineasta iniciador de una estética de la violencia que marcó una época con Grupo salvaje - La pandilla salvaje
Perros de paja de Sam Peckimpah.1971
(1969) o Perros de paja (1971)? 
¿La historia de un amor traicionado por un señor más unido a sus amigos del trabajo que a su nueva esposa?

 ¿La magistralmente tremebunda Breaking Bad hubiera sido un drama tragicómico sobre un ex profesor enfermo terminal, con serios problemas de relación con la familia y preocupado por las adicciones de un ex alumno?
 

Quizás Terminator sería una pacífica saga sobre una inteligencia artificial muy neurótica y Arnold Schwarzenegger habría hecho carrera actuando sólo de maestro de escuela, hombre embarazado o gemelo de Danny De Vito.
 
Schwarzy embarazado


Gemelos

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 Hipótesis: Sin segunda enmienda el cine de Hollywood no hubiera sido el más difundido e influyente mundialmente


El cine artístico francés o el italiano sin olor a pólvora habrían sido más difundidos y comercializados que el norteamericano y habrían influenciado al de la India, Japón, China, y América latina. O viceversa
 
La nouvelle vague quizás sería tendencia permanente en Occidente, Oriente, Sur y Norte.
 
O tal vez la fórmula del éxito mundial fuera la pornografía apta para todo público y las películas de contenido violento estarían calificadas "para adultos".

Posible corolario especial: Los videojuegos ultraviolentos no existirían.

 O quizás el cine y las series sin violencia no despertaran mucho interés en ningún lado, porque sin tiros no hay diversión.  

¿Y el mundo real? ¿habría sido mejor, peor, menos o más violento, o igual?
 
Quién sabe...











2022-04-17

Mundo insólito: El sacrificio de Cristo

 Mundo insólito: El sacrificio de Cristo

La vida de Brian de los Monty Python

El más insólito, ilógico y disparatado de los sacrificios parecería ser el más difundido y, paradójicamente, menos discutido: Jesucristo, el más bueno y honesto, porque es también Dios (el mismo de la Biblia), resulta injustamente condenado y torturado hasta la más horrenda muerte. Es sacrificado ("cordero de Dios que quita los pecados del mundo") a... sí mismo (Dios), a cambio de salvar a la humanidad pecadora del castigo de Dios (o sea de sí mismo otra vez). Bueno, más bien salvar a los vecinos y vecinas de Palestina nomás. En la Biblia, que proviene, como es de suponer, de tiempos bíblicos (o sea de hace más de 2000 años) no figuran ni Australia, ni las Américas ni China e India, por ejemplo, cuyos habitantes en ese entonces seguramente estarían ocupados pensando en otra cosa.

 

¿Eh?
El relato encierra múltiples contradicciones, por decirlo suavemente, ya que nos muestra un dios omnisciente (que lo sabe todo) que se deja engañar a sí mismo (auto) sacrificando a su hijo, que, por otro lado es él mismo, como si fuera un juez que se deja (auto) convencer (por sí mismo) de condenar a un cabeza de turco (que es él mismo) para dejar libres de culpa y cargo a los verdaderos criminales, a quienes ya nada impedirá que vuelvan delinquir. La reincidencia queda asegurada ¿Y por qué no? si ya se han librado gratis y sin complejos, gracias a la escandalosa ejecución de un inocente.  

Este galimatías incomprensible parece haber servido de base moral a gran parte de la humanidad desde hace siglos. Con razón...


La vida de Brian de los Monty Python
   Moraleja: no temáis consecuencias o castigos,

   Total algún pobre Cristo pagará...

 


2022-04-02

42º Aniversario. Edición conmemorativa del 2 de abril: Malvinas, Beatles y bombachas gauchescas

Is all that we see or seem
But a dream within a dream? (Un sueño dentro de un 
sueño)
(E.A.Poe)

En 1963, Philip.K. Dick recibió el premio Hugo, algo así como el Oscar de la ciencia ficción por su novela El hombre en el castillo (The Man in the High Castle,1962).  Dick en ese entonces no era muy popular, como dicen los yanquis,  ya que sus sorprendentes ideas, escritas en los años 50, 60 y 70 todavía no habían sido transformadas por el cine de Hollywood en violentas películas de acción (Blade runner, Minority report, Total recall, Paycheck, etc).
En El hombre en el castillo, una novela ucrónica o de historia alternativa, ahora convertida (como casi todo) en una sangrienta y exitosa serie, Dick imagina un mundo distópico donde los nazis ganaron la Segunda Guerra Mundial y Alemania y Japón  ocupan y dominan, con distintos grados de poder relativo, el resto del planeta. De ahí lo de "distópico".
Plagiando la trama, se me ocurrió hace años un pequeño “experimento mental”, Imaginemos lo siguiente, aplicando el “What if…?”(Qué pasaría si..?) como en una historia de ciencia ficción:

 En 1982 Argentina ganó la guerra de las Malvinas.

Ver link: La gota que derramó el vaso
Los medios de difusión sólo transmiten rock nacional, tango,
folklore, y música latinoamericana. El jazz, la música de los Beatles,Yes, Queen, Genesis, Jethro Tull, Led Zeppelin, King Crimson, Oasis, los Carpenters, Frank Sinatra, Barry Manilow,  y cualquier otro grupo o intérprete musical inglés o que cante en inglés están prohibidos, son underground y subversivos. Difundirlos o escucharlos se paga con cárcel, multas o palizas.


Sólo se proyecta cine nacional. Desaparecen las series yanquis de la TV.

Se prohíben los jeans, la minifalda y la corbata, por ser símbolos de la forma de vestir del enemigo. La moda se vuelve telúricamente estilizada. Los hombres usan bombachas de gaucho y las mujeres, polleras (faldas), blusas de criollita y se peinan con trenzas.

El té y el café, infusiones apátridas, son reemplazados obligatoriamente por el mate autóctono, o en su defecto, el mate cocido castrense, a libre elección del consumidor.

Fahrenheit 451
El ejército argentino recupera su prestigio y crece su poder. Miles de jóvenes se incorporan a sus filas voluntariamente y los grandes empresarios lo siguen apoyando.
Se prohíben y queman públicamente las obras de todos los escritores extranjeros. Sí, también Freud y Lacan.

Galtieri es honrado como héroe nacional con un monumento en la avenida 9 de Julio, frente al Obelisco, y su gloria perdura después de su  muerte - inalterada en la ucronía - por los efectos del alcohol.
Lo suceden varias juntas de militares genocidas que no escatiman torturas, desapariciones y corrupciones.

Durante décadas siguen escaseando los derechos humanos. No hacen falta las leyes de Punto Final, ni de Obediencia Debida, ni amnistías porque a nadie se le ocurre juzgar a las juntas por sus crímenes.

Hay mercado negro de jeans, discos de jazz, de Los Beatles y Frank Sinatra, y también de libros de Ray Bradbury, de Freud y Lacan.

Los malvinenses o kelpers, sin comerla ni beberla, pasan de ser súbditos de una democracia centenaria del primer mundo a la opresión de una feroz dictadura militar del tercero. Los recursos naturales de las islas recuperadas a los piratas son rápida e inexorablemente dilapidados por los milicos vendepatria.





Pero surge una esperanza: Nace un movimiento de jóvenes rebeldes, que empieza reuniéndose en la clandestinidad para escuchar la música prohibida: Los Beatles. También ven en secreto películas de Woody Allen y hasta se arriesgan temerariamente oyéndolo tocar el clarinete con su orquesta de jazz antiguo. Intuyen que otra forma de vida es posible y terminan convirtiéndose en la fuerza inspiradora que algún día en el futuro traerá la ansiada libertad.  

Ah, usan jeans, a escondidas, debajo de las bombachas de gaucho.

 Chan-chán     (¿Continuará?)

Advertencias y aclaraciones: Este texto es una ficción. Cualquier relación con la realidad es imaginaria.

Pero esto es real: en 1981 (un año antes) Foto de Queen en Buenos Aires con Maradona






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